Hace unos días, semanas tal vez, charlaba yo con alguien, y la verdad es que me encantaría recordar con quien – pues sí que empiezo el editorial en plan concreto y certero – sobre el ejercicio casi heroico de seguir publicando una revista en papel en estos tiempos de dispersión, en esta época paranoia, negacionista y conspiracionista. Pronto hará 20 años desde que empecé a colaborar y a escribir en prensa deportiva especializada, los tiempos han cambiado bastante en el negocio de las revistas. En esta coyuntura social en la que nos encontramos, podemos decir sin tapujos y sin pecar de falsa modestia, que somos un sector que desarrollamos nuestra labor profe- sional sin poder esquivar la etiqueta de “MUY FRÁGIL”. Yo personalmente no entiendo esa fragilidad como debilidad si no más bien como un contrapunto, como paradigma romántico de un nuevo y moderno espíritu aventurero. Cada vez que el equipo de redacción de esta revista se junta para plantear un nuevo número, y ya nos acercamos al medio centenar de ellos, tenemos muy claras las líneas que nos han de guiar en su desarrollo. ¿Qué nos gustaría encontrarnos en TRAIL RUN si este número cayera en nuestras manos? Y ¿Cómo nos gustaría salir en la revista si fuéramos nosotros los entrevistados o los fotografiados? Todo esto sin olvidar que sacar una revista de más de 100 páginas hoy en día es igualmente un ejercicio de lucha contra la fragilidad, aquí sí que entendida como debilidad (de atención) en el que la distracción es en sí mismo, un estado mental. ¿Qué no? ¿Estáis seguros? ¿Cuántas veces habéis mirado el móvil desde que empezasteis a leer esto? Pues eso…
A punto de agotar el espacio lineal tan personal con el que me gusta inaugurar cada número de TRAIL RUN, en el que a veces caigo en lo panflético de tantas ganas de decir lo que digo tengo, me gustaría hacer mención a la portada especial de Ana Azpi como homenaje de todo el equipo a Emma Roca, y creo que todo de lo que he escrito arriba, Emma lo aplaudiría y compartiría ya que ella fue una venturera del trail, una valiente, una deportista alternativa. Sables, UTMB, sí, pero también las carreras de 100 millas americanas con podios y victorias en Leadville, Western States, Hardrock, Run Rabbit o Speed Goat. Emma exploró otra realidad deportiva pero también social, se salió de los circuitos y se dejó llevar por lo que le inspiraba, por lo que sentía. Esto es LIBERTAD.
D.E.P. Emma Roca.
José Antonio de Pablo «Depa»
