Una, dos, tres…siete, ocho y nueve. Plaza Mayor de Zegama. Una temporada más, el momento más esperado del año, para muchos, incluso más que las 12 campanadas, uvas
incluidas, del 31 de diciembre.
Otro año que las campanas doblan por los 500 corredores que se aprestan a entrar en la historia de la, posiblemente, mejor maratón de montaña del mundo. Pero también lo hacen por las miles de almas dispuestas a disfrutar del espectáculo y que cada año tapizan y animan hasta el final en las cimas de Andratx, Aizkorri y Aratz; o en las campas de Beunda, Oltze y Urbía.
Veréis que este número danza en buena medida en torno a la prueba vasca con artículo sobre la misma firmado por el escritor Carlos Chaves; entrevista y portada con el ganador por undécima ocasión, Kilian Jornet; Marta Martínez, tercera en el podio, nos recibe en su “Territorio” asturiano; en las “distancias cortas” nos acercamos a Alain Santamaría, séptimo clasificado en la meta; el “espíritu trail” lo firma como ejemplo de lucha, pundonor y emoción, José Luis Capitán; y alguna otra sorpresa más. Pero no sólo de Zegama vive Trail Run: Picos de Europa con el KV de Fuente Dé y a través de la Trail 100 Andorra, los Pirineos presentes. Las firmas de los colaboradores con sus secciones habituales, artículos de entrenamiento, recomendaciones de material, etc.
Lo de siempre pero mejor.
El título de este editorial, “Por quién doblan las campanas”, es también el título de una novela de Ernest Hemingway localizada en la Guerra Civil Española y que fue llevada, de forma exitosa, al cine, teniendo como protagonistas a los magníficos siempre, Ingrid Bergman y Gary Cooper.
Sin ánimo de cargar estas tintas de dramatismo ni tampoco de alarmismos excesivos y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (siempre orgulloso de mi origen), hilando lo de las campanas, lo de Zegama, lo de la Guerra Civil y demás…Me gustaría pensar que esas campanas, y todas las del mundo, doblaron y doblan cada día por las miles de víctimas de los conflictos que nos rodean, los más conocidos y también de los que menos se habla y quedan sepultados día a día por otros asuntos de mayor actualidad. Algunos de ellos que deberían tiznarnos la cara de colorado ante la poca respuesta y compromiso internacional frente a auténticos genocidios que afectan mayoritariamente, como siempre, a los más débiles, a los más indefensos y a los más pobres.
El panorama de futuro no es demasiado alentador, al menos en nuestra vieja y, de momento al menos, unida Europa, la misma que hace tan sólo unas semanas de presentó ante las urnas para ejercer su derecho universal y por la que empiezan a galopar ráfagas de vientos xenófobos, individualistas, separatistas, homófobos; las misma Europa que hace menos de un siglo no vio como en España se empezaba a vivir en un escenario que pronto se extendería al resto del continente.
¿Por quién doblan las campanas? Por todos.
José Antonio de Pablo «Depa»