Los que somos hijos del “baby boom”, vástagos de la generación de los 70, tuvimos la fortuna, para mí así lo es, de nacer en tiempos de cambio, convulsos años en los que la apertura de este país al mundo era algo que trascendía cualquier aspecto de la vida diaria y que se palpaba a cada momento, por supuesto de forma muy especial en los medios de comunicación, en la prensa escrita, radio y televisión, la imaginación y las nuevas propuestas y también las respuestas, flotaban en el aire. Lo que quizá pudo llamar más la atención fue que un programa infantil de la televisión española, de aquellos momentos en los que sólo había “la primera” y “la UHF”, se convirtiera en la punta de lanza de la vanguardia, musical, artística, creativa, literaria y de la comunicación…Por supuesto, estoy hablando de “La Bola de Cristal”. En aquellas mañanas de los sábados desfilaban ante nuestras miradas, debo confesar que a veces sin demasiada consciencia de lo que estábamos viendo, personajes como Loquillo, Alaska, Santiago Auserón, Faemino y Cansado, Pablo Carbonell, Pedro Reyes…Todos ellos bajo la dirección de una de las personas más íntegras y entrañables que han pasado por TVE, Lolo Rico.
En aquella mágica Bola de Cristal a la que nos asomábamos cada mañana pudimos aprender mensajes imprescindibles para crecer como “Si no quieres ser como estos, lee”, que “tienes diez segundos para imaginar…si no se te ha ocurrido nada a lo mejor deberías ver menos la tele” o “solo no puedo, con amigos sí”…
Este verano he vuelto a correr una prueba por etapas, ya lo había hecho en otras tres ocasiones, dos Gore Tex® Transalpine Run y una Transrockies Run. En esta ocasión he participado en Salomon 4Trails, de forma individual, en los Alpes alemanes y austriacos, paisajes increíbles y una carrera con una organización impecable, ni un fallo, de verdad…Podréis leer una crónica interior a cargo de mi compañera Elena Moro. Muchos de los amigos que hemos vuelto a coincidir en esta carrera ya habíamos compartido kilómetros en otras carreras de este formato y todos coincidíamos en lo mismo, nos gustan estas carreras pero lo que más nos gusta es poder correr en equipo, correr con amigos, correr en pareja, estar siempre acompañado y disfrutando del entorno con alguien querido cerca. El esfuerzo es más llevadero, los malos momentos pasan muy deprisa y los buenos quedan para siempre en nuestras memorias.
Me gustaría que todos pudieseis comprobar lo bonito que resulta la experiencia de competir durante varios días en el formato de carrera por parejas, y que esa sensación fuéramos capaces de hacerla extensiva a cualquier prueba o a cualquier entrenamiento en la montaña. Ya sabéis, cuando penséis que no podéis con ello, que la dureza os supera y que no vais a ser capaces, recordad por favor lo que nos decían de pequeños en “La bola”: “Solo no puedo, con amigos sí”.
José Antonio de Pablo «Depa»