Cantabria es Infinita y el Valle de Liébana, conecta sensaciones convirtiéndose en un destino imprescindible para los amantes del turismo rural en todo lo que se refiere a la cultura, la gastronomía, la naturaleza y el deporte. Estos dos últimos aspectos son los que me llevan cada año hasta el paraíso lebaniego en varios momentos. El deporte y la naturaleza se funden de forma impecable en un evento como el Kilómetro Vertical de Fuente Dé con el que vivimos esa transición mágica de la primavera al verano. Cuando los días se alargan, muchas más horas de luz para poder experimentar, naturaleza y deporte no llegan a copar todo el programa diario y da gusto disfrutar de los otros dos atractivos valores que nos ofrece el Valle, la gastronomía y la cultura.
Liébana merece la pena en cualquiera de las estaciones, de hecho merece la pena rendir visita en todas las estaciones. Ahora nos acercamos al invierno y las cumbres que rodean el Valle, las del Parque Nacional de Picos de Europa se empiezan a tapizar con el blanco nival que hará las delicias de esquiadores, raquetistas y caminantes en general que gustan de las actividades con mayor carga de adrenalina y que gracias al teleférico de Fuente Dé tienen un acceso rápido y fácil a las cumbres más emblemáticas de los Macizos Central y Oriental. Pero aún queda tiempo, seguro que aún en las zonas bajas el clima es mucho más agradecido y los paseos por los robledales, hayedos y bosques de encinas en plena efervescencia colorista otoñal, nos ofrece momentos inolvidables, y quién sabe, tal vez, el silencio del bosque se vea interrumpido por el paso de algún rebeco, corzo, jabalí o incluso, afortunados quiénes lo puedan llegar a vivir, por el canto del urogallo.
Este momento de los últimos meses del año, invita también al recogimiento, a la escucha interna y para eso, Liébana también cuenta con una oferta increíble. Un clásico, un imprescindible, ha de ser, la visita al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, cuya actual estructura data del siglo XIII y que es uno de los lugares más importantes de peregrinación para el Mundo de la cristiandad, de hecho hay que destacar el trabajo que está haciendo la Fundación Camino Lebaniego para promocionar el Camino Lebaniego 2023. Pero mucho ojo con las joyas escondidas, quizá menos conocidas pero con un encanto increíble, a ese grupo pertenecen la iglesia mozárabe de Lebeña (Siglo X) o el monasterio románico de Piasca, una curiosa y única, por su emplazamiento, construcción religiosa del siglo XI.
Empecé hablando del carácter infinito de Cantabria, algo que ya suena allá donde vas y hablas de esta maravillosa tierra, aquí os he contado algo sobre el Valle de Liébana pero sin duda que Cantabria es más por descubrir. No os lo perdáis. ¡Buen viaje!
